domingo, 7 de junio de 2015

La ladrona de libros.


Cuando supe de este libro me entraron muchísimas ganas de leerlo, pero no fue hasta mucho después que lo hice.





TÍTULO: La ladrona de libros.
AUTOR: Markus Zusak.
PÁGINAS: 531.
EDITORIAL: Debolsillo.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2005 (original), 2014 (esta edición).
EDICIÓN: Tapa blanda sin solapas.


SINOPSIS:

Érase una vez un pueblo donde las  noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía bellos cuentos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.


RESEÑA:

Este libro es maravilloso. Con decir eso lo digo todo, pero me siento obligada a explicaros por qué.

Los personajes son extrañamente cálidos en el hielo que forma la guerra. En un ambiente terrorífico y oscuro, ellos son una luz incandescente.
Liesel, la pequeña protagonista de esta historia, es maravillosa. Al principio está asustada, pero cuando se siente más confiada es un generador de esperanza. Es muy valiente, y muy inteligente. Su amor por los libros, por las palabras, la hace especial, pues tiene el don de ayudar a las personas con ellas.
Su madre adoptiva es una bruta, y aunque en el fondo tenga su corazón, no deja de serlo. Aunque el autor pretendiera que le cogiésemos cariño, yo no lo he conseguido. Es un personaje que me daba pena, y a la que no tenía como mala persona, pero cariño, lo que es cariño, no.
El padre adoptivo es la bondad personificada. Tiene personalidad de artista, y es muy sensible. Mezclar a una persona de esas características con la guerra sólo trae desgracias, y el autor ha hecho que todo sea realista y equilibrado.
Por último, Rudy. El pequeño atleta. Un valiente que vive en un mundo de cobardes. Su personaje fue, después de Liesel, con el que más me identifiqué, a pesar de que yo no soy una valiente. Me encanta su forma de actuar, es un personaje que dice mucho incluso cuando no dice nada.
Todos los personajes evolucionan, crecen mientras el mundo que los rodea se hace más y más pequeño.

La trama corresponde a un periodo histórico del que se ha escrito muchísimo, la época nazi, y sin embargo este libro no me parece parecido a otros. La lucha interna de los personajes por no venirse abajo y por conservar sus ideales al mismo tiempo que conservan su vida es de destacar.

Tiene una estructura muy fluida que hace la lectura rápida y adictiva.

Un detalle especial es la narradora de esta historia, que es la propia muerte. La muerte, que todo lo sabe y que todo lo ve. Lo que más me gusta de este detalle es la manera en que Markus ha caracterizado a la muerte: no como alguien malo, que es lo que suelen hacer la mayoría de los escritores, sino como alguien formado por el arte y la belleza del mundo, alguien que conoce tanto que pocas cosas le sorprenden.

En definitiva, es un libro precioso, lleno de fuerza y de magia, con un toque muy especial. Me marcó, y me hizo llorar muchísimo (hay que decir que soy de lágrima fácil.). Lo recomiendo a todo el mundo, pues es una novela muy completa.


CITAS:

Podría poner mil citas de este libro, pero sólo pondré algunas (que ni siquiera son las mejores) para que descubráis la magia por vosotros mismos.

"Ella era una ladrona de libros./ Él asaltaba el cielo."
"He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura."
"Un ojo abierto./ El otro soñando."

PUNTUACIÓN:

  5/5



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